Cuidados básicos de los gerbiles de Mongolia (jerbos)

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Datos básicos

  • Nombre científicoMeriones Unguiculatus
  • Temperatura corporal: 38 ºC.
  • Temperatura ambiental óptima: 18-28 ºC.
  • Longevidad: 6 años.
  • Madurez sexual: 2-3 meses
  • Vida social: Sociables, siempre deben estar en compañía de otros de su especie.
  • Actividad: Diurna y nocturna
  • Tamaño adulto: 50-120 gramos
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Los roedores que comúnmente llamamos “jerbos” y que se venden como mascotas son en realidad gerbiles de Mongolia (Meriones unguiculatus). Pertenecen a la familia de los múridos igual que las ratas y los ratones. Los verdaderos jerbos son roedores de la familia de los dipodios. Pero, dado que todo el mundo en España conoce a los gerbiles de Mongolia como “jerbos”, en adelante los llamaremos así para evitar confusiones

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Alimentación

Los jerbos silvestres son omnívoros, se alimentan básicamente de semillas, hierbas, raíces, etc., pero no desaprovechan cazar algún insecto si pueden. Podemos dividir la comida que les resulta apropiada en varios tipos:

Comida seca y piensos

Es la base de su alimentación, podemos simplemente fabricarla nosotros o buscar un pienso apropiado, pero esto último no resulta nada sencillo y normsalmente hay que recurrir a la compra por internet.

  • Piensos recomendados: Healthy Handfuls de Oxbow, Bunny, Gerri Jerbos de Supreme , JR Farm.
  • Preparado casero: Podemos tomar como base comida para hámster de gama alta y añadir cereales como maíz o “corn flakes”, trigo, avena, cebada, etc. Por ejemplo una mezcla tipo muesli que no contuviese azúcar, nos podría valer. Las semillas y granos son importantes y se puede añadir a lo anterior comida para loros o cotorras pero vigilando que no haya un exceso de pipas de girasol o de calabaza, ya que les engordan mucho.

Comida fresca

Es fundamental que tomen este tipo de alimentación y se recomienda administrársela día sí, día no como complemento a la comida seca. Si el jerbo no ha comido verdura o fruta fresca anteriormente, introduciremos estos alimentos iguiendo la Regla de los tres días

  • Frutas y verduras adecuadas: acelga, espinaca, escarola, endivia, lechuga, canónigos, berros, rúcula, pepino, apio, zanahoria, nabo, alfalfa, calabacín, guisantes, lombarda, manzana, pera, melocotón, albaricoque, fresquilla, uva, fresa, etc.

Insectos y pequeños invertebrados

Se les pueden dar de vez en cuando grillos y tenebrios de los que venden en las tiendas de animales, pero pueden pasar perfectamente sin este tipo de dieta.

Otros

De forma ocasional y en pequeñas cantidades se les puede dar pan, galleta, queso, yogur natural o algún lácteo. Nunca patatas fritas y cosas similares.

También pueden tomar algunos alimentos cocidos como patata o arroz.

Los jerbos toman poca agua pero es necesario que tengan agua disponible en todo momento. Deben disponen de un bebedero tipo biberón y se les debe cambiar el agua cada pocos días.

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Comportamiento

Están activos tanto de día como de noche, alternando periodos de sueño y de actividad. No conviene despertarlos cuando duermen para no irritarlos. Pasan mucho tiempo jugando con cualquier objeto. Roer es una de sus principales ocupaciones diarias ya que, como buenos roedores, tienen dientes que les crecen toda la vida y deben desgastarlos para que no les creen serios problemas al comer. Pueden acabar con la mayoría de complementos de las jaulas para roedores que venden habitualmente, sobre todo si son de plástico. Pero lo que de verdad les fascina son los rollos de cartón del papel higiénico y de cocina.

También dedican mucho tiempo a excavar, o al menos a intentarlo, pues en la naturaleza construyen túneles como madrigueras.

Son muy limpios y no sólo se acicalan ellos mismos, sino que se lo hacen también a otros individuos de su clan. Además no suelen tener un olor muy fuerte, por lo que no es necesario limpiar sus habitáculos muy a menudo.

Son muy atléticos y no sólo por lo rápidos que son, sino por su grandísima capacidad de salto, llegando a elevarse del suelo más de medio metro si se lo proponen.
Algunos son asustadizos, unos más que otros, y suelen correr a esconderse o saltar de pronto hacia arriba porque se sobresaltan. Su manera de avisar a otros jerbos de lo que ellos consideran un peligro potencial, es tamborilear fuerte con sus patas traseras, aunque ese ruido lo hacen también cuando se están cortejando para aparearse.

Tienen buen oído y eso hace que gran parte de los ruidos que ellos hacen, los emitan en frecuencias que nosotros no captamos.

Los jerbos son animales sociales y si están solos están tristes. Poner un compañero a un jerbo ni mucho menos es tan sencillo como juntarlos y ya está. Es un proceso laborioso que sólo funciona en determinadas circunstancias y que se llama “método de la jaula dividida”. Se recomiendan tenerlos en parejas del mismo sexo. No se recomienda en ningún caso ni tener grupos de adultos de distintos sexos (exceptuando el caso de una pareja de macho y hembra, uno de ellos esterilizado), ni grupos de hembras adultas de más de tres. Tampoco se deben tener grupos de machos de más de cuatro. De igual manera, nunca se debe mezclar jerbos con otros animales.

Los jerbos tienen un método de escape de sus depredadores con el que hay que tener mucho cuidado. Si se los sujeta por su rabo, ellos tiran fuerte y se desprenden de él para poder huir y salvar la vida. Por eso bajo ninguna circunstancia debe agarrarse un jerbo por la cola.

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Los jerbos son animales sociables aunque muy inquietos e investigadores. Necesitan entretenimiento, espacio y vivir con otros de su especie. No suele gustarles que les cojan y es mejor solamente observarlos.

Alojamiento

La jaula para 2 jerbos debe tener como mínimo 1 metro de largo en un solo piso (aproximadamente 0,5 m2), para cada jerbo extra se deben añadir 0,25 m2. Podemos alojarlos en jaulas, peceras, terrarios, etc. Se puede aprovechar la altura para construirles más pisos o estructuras por las que puedan trepar. Para ello hay que tener en cuenta que los pisos debe poder permitirles ponerse erguidos sobre dos patas y, por tanto, deben tener una altura mínima de 15 centímetros.

Los acuarios están menos expuestos a corrientes de aire, son más fáciles de limpiar y no permiten salir fuera el sustrato que los jerbos esparcirán por todo el habitáculo gracias a su instinto excavador.

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Las jaulas de un solo piso suelen ser muy pequeñas y las de varios pisos, a menudo usan suelos de rejilla que son auténticas trampas para las patas de cualquier pequeño roedor. Si la jaula es de plástico o contiene muchos juguetes de ese material, pues puede parecer muy curiosa, pero acabará siendo destruida total o parcialmente por los poderosos incisivos de los jerbos.

De todas formas, es muy fácil comprar una jaula grande, de loros o lo que sea, y reformarla por dentro para que se convierta en hogar de nuestros jerbitos. Construir unos pisos, comprar unas escaleras para pájaro o usar tubos de cartón que sean muy fuertes para los accesos a las plantas, etc. Incluso de venden “kits” para hacer esas transformaciones, aunque suelen ser de plástico.

Para limpiarles la jaula se hará con agua y un poquito de jabón con un cepillo de dientes viejos para manejarse entre los barrotes.

Sustrato

Lo mejor y más barato es usar sólo papel higiénico. A ellos les encanta y se pasan buenos ratos destrozándolo para acomodárselo a su gusto y armarse un buen nido.
El sustrato fabricado con mazorcas de maíz molidas o machacadas es muy adecuado también.

El papel de periódico no debe usarse porque la tinta de los diarios es tóxica. No usar tampoco algodón ni telas, pues las deshilacharán y cortarán, y eso es muy peligroso porque los hilos son suficientemente fuertes como para cortar bocas, dedos e incluso extremidades en animales tan pequeños.

Ejercicio

Para que estén saludables, lo mejor es que puedan disfrutar de paseos fuera de jaula y en entornos controlados.

Para poder sacar a los jerbos a jugar, deberá ser siempre bajo supervisión nuestra y en lugares a prueba de jerbos, o sea, sin cables que roer, donde no puedan destrozar nada importante con sus dientes y por supuesto con muchísimo cuidado de no pisarlos, de que puedan escapar o de que alguna de nuestras otras mascotas se los encuentre. Se puede hacer en suelos de cuartos de baño (bajando las tapas de inodoro, que saltan mucho), encima de una cama, sobre una mesa no muy alta (poniendo cojines o almohadas en el suelo para que si se caen no se lastimen), etc. Las bolas donde se introduce el roedor dentro y se le suelta por la casa, les resultan bastante estresantes y no son recomendables.

Para capturarlos si es necesario, lo mejor es usar un tubo medianamente largo porque los jerbos sienten fascinación por ellos y acabarán entrando dentro.

Rueda de Ejercicio. Es conveniente proporcionar a nuestros jerbos una rueda de ejercicio. A algunos no parecen gustarles mucho, pero otros las disfrutan realmente. Conviene que sean metálicas. No les valen las que se venden para hámster enanos. Una rueda de entre 20 y 30 centímetros de diámetro es adecuada. El suelo de la rueda debe ser sólido (sin rejilla) y la rueda no debe tener radios.

Para desgastar los dientes los cartones son ideales y también vienen bien las piedras de minerales y calcio.

Otros cuidados

La temperatura ambiente debería estar entre los 18-28 ºC y nunca habría que dejarlos expuestos al aire libre ni a corrientes de aire. Les viene que les de el sol un rato al día para que absorban vitaminas y que el calcio se les fije bien en los dientes, pero las altas temperaturas son peligrosas, por lo que no debería hacerse en verano.

Debemos tener localizado un veterinario que los pueda atender en caso de enfermedad o lesión. En el caso de los jerbos, debe atenderlos un veterinario especialista en animales exóticos. Para encontrar un veterinario de exóticos cerca de tu lugar de residencia puedes consultar la siguiente Lista de veterinarios de exóticos

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